Emanuel cautiva a la cámara desde el primer momento con sus ojitos preciosos de manga, Y a partir de allí se vuelve muy fácil captar su rostro, sus ojos almendrados y su sonrisa pícara de eterno travieso.
Es prácticamente imposible no enamorarse de él, verdad?
Cristina no me canso de admirar tus fotos. Tienen mucha calidez...................Felicitaciones genia!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias Mónica por estar ahí siempre ! Besos !
ResponderEliminar